Javier Pajarón
07:00 • 11 oct. 2020
Sin cita anterior no hay huella, sin huella no hay tarjeta de vivienda y sin tarjeta de vivienda solo hay clandestinidad y una larga lista de inconvenientes para abrir una cuenta corriente, firmar un contrato o bien acceder a un alquiler, por poner un ejemplo.
Miles de ciudadanos extranjeros viven a diario en la provincia de Almería angustiados por la imposibilidad de lograr data y hora para renovar sus documentos y, por tanto, conminados por la posibilidad de perder un contrato de trabajo o bien una ayuda familiar por un trámite burocrático.
Encarnan una paradoja. Cumplen los requisitos, tienen trabajo legal y residencia en la provincia de Almería, pero la ralentización de la Administración a lo largo de la pandemia les coloca ante un bloqueo virtual. Están obligados a presentarse personalmente en la Oficina de Extranjería para poner la huella y renovar sus tarjetas y, al mismo tiempo, son incapaces de conseguir una cita previa indispensable para acceder a las dependencias de la calle Marruecos.
Y de esa desesperación se alimenta el negocio. Una red paralela a la Administración vende citas para poner la huella en la Oficina de Extranjería de Almería (gratis) a precios que fluctúan entre los 50 y los doscientos euros. Son, en su mayor parte, locutorios comercializan los ‘turnos’ conseguidos mediante la plataforma electrónica de la sede electrónica de Administraciones Públicas (Gobierno de España).
“Para renovar la tarjeta de residencia o bien para tomar las huellas deben concertar cita anterior y ciertos se aprovechan pidiendo cantidades exorbitadas”, explica Abdellah Zaitoumy, responsable de la asociación Almohamadía. “Es realmente difícil que una persona pague doscientos euros, es una cantidad terrible”.
El inconveniente reside fundamentalmente en que los turnos diarios ofertados para la Oficina de Extranjería se agotan en segundos cada mañana. cita previa para carta de invitacion extranjeros Los locutorios colocan a gente en múltiples ordenadores al unísono para copar el mayor número de citas posible e introducen los datos de sus ‘clientes’.
El Instituto de Graduados Sociales de Almería denunció los hechos frente a la Policía Nacional. Estos profesionales laboralistas chocan frecuentemente contra este muro, en una provincia con gran número de trabajadores extranjeros singularmente en el ámbito hortofrutícola. “Hay determinados trámites que son obligatorios realizar de forma presencial como es la toma de huella”, explica María del Mar Ayala, presidente del colegio profesional. El trámite no pudo efectuarse a lo largo de tres meses, con la consecuente acumulación de casos pendientes.
“Todos somos conocedores que esta situación que venimos soportando desde hace múltiples meses es insostenible, máxime cuando tenemos conocimiento de que las citas que se ponen a disposición de forma diaria, son pedidas de forma irregular”, apostilla Ayala.
Juan Miralles, directivo de Almería Acoge, advierte del daño generado por el colapso de la Administración en este terreno. “No se da respuesta a quienes lo precisan por falta de recursos en la Administración y no hubo una previsión, cuando en realidad se puede hacer un cálculo de la demanda”, afirma. Miralles incide en la cantidad de inconvenientes rutinarios que provoca carecer de documentación por el “colapso” de estos trámites.
Casos acumulados La Comisaría Provincial de la Policía Nacional ha reforzado la presencia y los turnos en los servicios que coordinada en la Oficina de Extranjería en Almería. Tras el confinamiento se calculó un volumen de ocho mil tarjetas por renovar. Los cupos diarios se establecen en función del personal libre y rondan las 250 citas con la ampliación de los turnos (150 plazas por la mañana y 100 por la tarde).
La Comisaría Provincial de la Policía Nacional anunció medidas frente a la avalancha de procesos de renovaciones de permisos, reagrupaciones familiares y tarjetas amontonadas. “La entrega y recepción de la Tarjeta de Identificación de Extranjeros, documento con el que un ciudadano extranjero acredita su residencia en España, es un trámite que solo se puede efectuar de manera presencial, puesto que es preciso estampar la huella digitalmente, para que exactamente la misma quede registrada”.
La Policía Nacional habló a inicios de agosto de “un plan de choque” y de medidas extraordinarias para atender “stock de tarjetas autorizadas y no expedida”.